miércoles, 23 de marzo de 2011

DOCENTE NATURAL Y DOCENTE PROFESIONAL



La  vocación  no  toma  en cuenta otros factores como la dificultad del trabajo,  crece la complacencia por el trabajo social. Todas las profesiones requieren de dedicación y sacrificio; la vocación no nace, debido a que la criatura humana carece de conciencia y sentimientos morales cuando esta pequeña; esta se adquiere por medio de la convivencia y la experiencia social.

La persona nace con ciertas habilidades y disposiciones naturales de orden físico e intelectual que pueden manifestarse y desenvolverse de múltiples maneras por los estímulos y circunstancias del ambiente.

El individuo es atraído por la profesión u el oficio después de conocerla genera una atracción a la práctica y lograr adoptarlo con vocación en su realización diaria.

El problema de la vocación es muy relativo y circunstancial; es importante para el ejercicio profesional, aumentar la  vocación  para mayor éxito en el trabajo.


EDUCADOR NATURAL Y EDUCADOR PROFESIONAL

El educador natural es la persona, cosa o situación que ejerce influencia sobre una persona modificándola, esta educación por lo general no es intencional, si no espontánea; Cualquier persona puede ser educador sin necesidad de estudiar pedagogía.

El educador profesional es aquel que poseyendo el don natural o adquirido tiene además la  preparación especifica; la autorización y la responsabilidad de la educación intencional y sistemática.

La preparación académica del maestro debe ser amplia en conocimientos  y  saber de metodología y psicología.

Los rasgo de la profesión docentes según Hernandez Ruíz (3;46) “ para el maestro de párvulos, la ternura y comprensión; para el maestro de escuela primaria, amor a la infancia, equilibrio mental y oral, cultura general sólida y amplia curiosidad intelectual; para el maestro de escuela secundaria, la comprensión del adolescente, que excluya por igual la prevención contra sus duras actitudes negativas y el amor verdadero o falso que se traduce en adulación. Y cultura general superior a la del maestro primario; para el docente de enseñanza superior, sabiduría general y especial, entusiasmo científico, fe en la juventud y dominio de los métodos de investigación y enseñanza de la propia ciencia”.